En una conmovedora y divertida muestra de camaradería, una manada de elefantes encontró una manera creativa y más rápida de llegar a su abrevadero.
En lugar de descender cautelosamente la empinada pendiente de 50 pies con los pies primero, estos gigantes inteligentes optaron por un enfoque lúdico: rodaron sobre sus costados y boca abajo, formando una cadena alegre y coordinada.
Captada por la cámara del fotógrafo aficionado Christophe Beaudufe durante un safari en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, la increíble escena mostraba a los 60 elefantes apoyándose y empujándose unos a otros mientras se deslizaban alegremente por la orilla arenosa del río.
Llegaron a su destino en menos de 20 minutos y no podían esperar para chapotear en el agua refrescante.
El Sr. Beaudufe, que tuvo el privilegio de presenciar este comportamiento único durante su primer safari, compartió su emoción: “Al principio pensé que habían perdido el equilibrio, pero continuaron deslizándose como niños en un parque infantil.
No pude ver a ningún elefante caer, y todos parecían dominar las técnicas de deslizamiento, de lado con las patas hacia abajo”.
Al observar el comportamiento juguetón y libre de estrés de la manada, el Sr. Beaudufe sugirió que este grupo particular de elefantes podría estar acostumbrado a viajes tan alegres. Incluso los más jóvenes parecían disfrutar de retozar una vez que llegaban al lecho del río.
Este alentador encuentro sirve como recordatorio de la notable inteligencia y los vínculos sociales que comparten los elefantes, subrayando la importancia de preservar sus hábitats naturales.
Estas impresionantes criaturas continúan enseñándonos sobre las maravillas del reino animal, dejando una impresión duradera en cualquiera que tenga la suerte de presenciar sus increíbles comportamientos.