Deje que la rueda de colores sea su guía para armonizar la estética de su jardín.
Es una herramienta sencilla para seleccionar combinaciones de plantas y flores, y actúa como un aliado invaluable para los jardineros que buscan crear un espacio exterior visualmente atractivo. Arraigada en los conceptos básicos de la teoría del color, la rueda de colores abarca los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. Se despliega en un espectro que refleja un arco iris, comenzando del rojo al naranja, pasando por el amarillo y luego avanzando hacia el verde, el azul, el morado y el violeta. Los colores cálidos van del rojo al chartreuse, mientras que los colores fríos van del verde al violeta.
Emplear colores complementarios es un enfoque natural para la coordinación de colores en su jardín. Se trata de emparejar plantas cuyos colores se encuentran directamente opuestos entre sí en la rueda de colores. Por ejemplo, el verde complementa al rojo, el azul contrasta con el naranja y, en una combinación llamativa, el amarillo combina con el morado.
En la escena de un jardín, imagine la vívida interacción entre las anémonas rosadas y moradas con el telón de fondo de las amapolas de California de color amarillo dorado. Otra estrategia para lograr la armonía del color es a través de esquemas de color análogos, donde los colores vecinos en la rueda se mezclan perfectamente. Esto puede variar desde combinaciones de rojo y amarillo hasta fucsia y morado, produciendo una apariencia cohesiva.
Considere una exhibición de jardín con dedaleras rosadas, delfinios azules, junto con una hortensia rosada y bocas de dragón rojas. Optar por un tema de color singular también puede crear un impacto visual significativo. Dentro de un esquema monocromático, puedes explorar varios tonos de un solo color o mezclar variedades de plantas que comparten el mismo color de floración pero varían en follaje.
Los colores también juegan un papel a la hora de crear el ambiente del jardín. Los tonos cálidos como el rojo y el naranja infunden energía y movimiento en un espacio, ejemplificado por un paisaje lleno de texturas vivas de sanguinaria, cordilina y juncia de bronce. Por el contrario, los tonos fríos como los azules, los morados y los pasteles suaves ofrecen un ambiente sereno, visto en combinaciones de petunias rosadas, alyssum dulce blanco y col rizada ‘Redbor’ burdeos.
Explorando más a fondo, la rueda de colores sugiere combinar plantas igualmente espaciadas, lo que se conoce como tríada. Esta disposición, aunque más compleja, puede mejorar significativamente la dinámica de color del jardín. Por ejemplo, la integración de zinnia naranja, rosas Double Knockout y salvia mexicana logra ese efecto.
Para un rico tapiz de colores, considere un esquema doble complementario. Seleccione dos colores adyacentes, como dalias rojas y Susans de ojos negros, amarillo anaranjado, y combínelos con sus colores opuestos en la rueda, como verde y morado.
La combinación clásica de morado y amarillo adorna con frecuencia los jardines, mostrando el atractivo de los colores complementarios para una exhibición floral llamativa. Un ejemplo vibrante incluye pensamientos amarillos combinados con salvia azul.
Por último, un trío de lirios, en suaves tonos pastel, navega con gracia por la rueda de colores, ofreciendo una tranquila mezcla de naranja, rosa y amarillo, y resaltando el lado más fresco y suave del espectro de colores.