Sin lugar a dudas, una de las criaturas aviares más impresionantes es un ave pequeña y de colores brillantes que prospera en áreas densamente boscosas. Permítanme presentarles a Atila Euphonia.
La Chlorophonia musica, también conocida como eufonía antillana, cuenta con una apariencia llamativa con su cuerpo superior contrastante de manto negro y dorso azul brillante, y partes inferiores, grupa y coberteras superiores de la cola amarillas. Su cola, plumas de vuelo y la zona superior general del ala son negras. La frente es de un amarillo brillante, mientras que los lores, las coberteras auriculares, los lados de la cabeza, el mentón y la garganta son de un tono violeta oscuro. Su corona y nuca lucen un hermoso color azul cielo que se extiende hasta su garganta. El pico es negro, las patas y los pies grises y los ojos marrones.
La especie muestra claras diferencias entre machos y hembras. Los miembros femeninos tienen una apariencia más clara con cuerpos, alas, coronas y nuca de color amarillo verdoso. Además, un parche dorado embellece su frente, contribuyendo a su aspecto vibrante. Por otro lado, los juveniles se parecen a las hembras, pero en general parecen relativamente más apagados.
Si está buscando estas criaturas emplumadas, podrá verlas en las islas principales de las Antillas Menores, Puerto Rico y La Española (que incluye la República Dominicana y Haití). El crédito de la foto es para Ryan Mandelbaum bajo CC BY 2.0.
A la especie Antillana Euphonia le gusta habitar en diversos terrenos que van desde tierras bajas hasta altas montañas dentro de su área de distribución. Suelen frecuentar bosques con distintos niveles de humedad y, a menudo, se les puede observar en los bordes y en áreas perturbadas donde crece el muérdago.
Estas aves tienen preferencia por comer frutas pequeñas, especialmente las que se encuentran en el muérdago. Viajan en pequeños grupos, saltando de un manojo de muérdago a otro, y comen los frutos mientras vuelan o se posan para hacerlo.
La temporada de reproducción tiene lugar de enero a julio, durante la cual se construye un nido en forma de cúpula con musgo y pequeñas raicillas. El nido suele estar escondido entre la vegetación, especialmente en las epífitas. Está formado por pasto seco y trozos de vegetación, donde depositan de tres a cuatro huevos de color blanco con manchas de color rojo a marrón. La incubación la realizan ambos padres, aunque la hembra hace la mayor parte del trabajo. Las crías son alimentadas por ambos padres y se convierten en emplumadas después de 17 a 24 días.
Aunque se sospecha que la población es estable, puede producirse cierta disminución según el área de distribución y la subespecie.